Equilibrar colores en video

Hasta hace unos años, la corrección de color se consideraba una etapa costosa en la postproducción, que solo los proyectos de alto presupuesto podían permitirse. Hay muchos programas y aplicaciones de color disponibles en la actualidad, pero hay una serie de detalles importantes a considerar para usarlos de manera competente y ahorrar recursos. Si alguna vez has grabado un vídeo, probablemente lo hayas comparado involuntariamente con opciones profesionales, en las que los colores siempre parecían más ricos y jugosos. Muchos autores creen que se trata de equipos o habilidades de operador de mayor calidad y más costosos, pero este no es el caso (o, al menos, no solo eso).

Al mismo tiempo, tampoco se debe contar con milagros: el 90% de la calidad se coloca en la etapa del trabajo del operador, y solo el 10% restante, durante el procesamiento. Sin embargo, estos son porcentajes muy importantes. La corrección de color es llevar el marco a los colores y sombras correctos, donde el blanco es blanco, el gris es gris, etc. Y graing, es decir, pintar ya es una visión artística del editor, el colorista, el que pinta el video y le da un estado de ánimo. Y después de pintar, culpar al video por un tinte verde en una escena con un hospital, por ejemplo, está mal. Porque, muy probablemente, se planeó específicamente para mejorar el estado de ánimo opresivo.

Como resultado, Log le permite hacer que la imagen sea la que fue concebida, para darle un ambiente. Si prestas atención, en las comedias, por ejemplo, predomina un tinte amarillo-rosado de la imagen y el drama o el horror se vuelve verde o azul, los éxitos de taquilla se pintan en verde azulado y naranja. Es precisamente este dar los matices necesarios a los fragmentos individuales del vídeo lo que se denomina pintura o corrección de color. Es decir, una película o serie de televisión no tiene inicialmente la imagen que vemos al final. Además, debe comprender que la corrección de color del video implica no solo pintar, sino también la adición de algunos elementos artísticos que se perdieron en la etapa de preproducción (por la mejor razón, por supuesto).